Trabajo remoto, teletrabajo, home office y similares, son escenarios en que las actividades laborales, se ejecutan fuera de la dirección física de la razón social. Gracias a estas modalidades de labor a distancia, múltiples profesiones se ejercen no solo de manera remota, sino para empresas y razones sociales fuera del país de residencia del trabajador.

Trabajo a distancia

En complicidad con las telecomunicaciones y los entornos virtuales, los vínculos empleador – empleado comportan relaciones distantes, mediadas por las tecnologías de la información y la comunicación, que reconfiguran el ámbito y mercado laborales. A continuación, tres conceptos claves para no errar al momento de postularse a una vacante:

Trabajo no presencial

En el teletrabajo, el trabajador ejecuta su actividad sin presentarse físicamente al lugar típico, y como lo indica el nombre, trabaja a distancia, telelabora gracias a dos condiciones: 1. Poder ejecutar su actividad fuera de la planta física de la empresa; y 2. Contar con la aprobación de su empleador sin que se vulneren las condiciones idóneas ni los derechos que otorga la legislación laboral.

Teletrabajo

El trabajo remoto, a diferencia del teletrabajo, no requiere de un acuerdo entre las partes, tampoco exige compensación de la empresa al laborante por proporcionar condiciones para la ejecución de las asignaciones (suministros y dotación, por ejemplo). Por tanto, el trabajo remoto se asemeja más al de un proveedor de servicios, con una relación laboral que debe ser explícita con antelación.

Trabajo remoto

El home office o trabajo en casa se entiende como laborar desde el domicilio. Esta modalidad, y específicamente ésta, fue la más promovida al inicio de la actual pandemia, por ser mecanismo efectivo de aislamiento para prevenir los contagios masivos de COVID-19. Esta no nueva pero sí latente modalidad, ha replanteado la dinámica del trabajo y diario vivir de los trabajadores, pues la adopción de la medida fue repentina y sin mediar demasiada preparación.

Home office & Trabajo en casa

Desde los portales web hasta los anuncios en redes sociales, cada compañía se vale de sus medios de difusión para promocionar su oferta laboral. Por lo mismo, es importante verificar la autenticidad de la información que tengamos frente a nuestros ojos. Asegurarnos de postularnos y entregar nuestros datos solamente en los canales oficiales de las compañías. Aquí, algunas estrategias básicas para evadir el fraude.

Cómo postularse rápido y seguro

Si es vía correo, es importante revisar la extensión y dominio del mismo. Ejemplo nombredelcorreo@portalweboficialdelacompañia.com Sin importar que la extensión sea .org, .net o similares. Es fácil detectar si es un correo hospedado en la página web de la compañía o un phishing (correo de suplantación).

1. El origen de la comunicación

Si para postularte debes completar un formulario o enviar tu curriculum vitae (hoja de vida), debes verificar nuevamente la autenticidad de ese correo y el origen del formulario: revisar que su extensión y dominio corresponda a canales oficiales de la compañía, en el caso del correo, y que el formulario haya llegado de una fuente verificada.

2. Tipología de los perfiles.

Por último, y no menos importante, se debe tener en cuenta que no es lícito solicitar dinero de antemano a los postulantes, salvo excepciones. Ejemplo: las postulaciones a vacantes en el Estado colombiano. Existe un valor estándar para todo proceso por concurso y mérito, suele conocerse como PIN. Este valor habilitar al postulante como usuario y le da acceso al formulario oficial para aplicar a las vacantes disponibles.

3. Valores pecuniarios. Evitar ser estafado.

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